Marian Rojas te dice por qué estás descansando mal

En el acelerado mundo actual, muchas personas se encuentran atrapadas en un ciclo de multitarea que, lejos de ser un avance, resulta ser una regresión en términos de bienestar mental. La psicóloga Marian Rojas, aborda este tema, resaltando la necesidad urgente de aprender a descansar de manera efectiva y a disfrutar del tiempo libre sin sentir remordimientos.

Rojas señala que, en nuestra vida cotidiana, la constante presión de hacer múltiples tareas a la vez nos ha llevado a un estado de estrés crónico. Esta forma de vida, en la que el cerebro está en un estado de alerta permanente, no solo es insostenible, sino que también perjudica nuestra capacidad de disfrutar del momento presente. "Hemos perdido la tolerancia al aburrimiento", explica Rojas, una situación que tiene consecuencias significativas en nuestra salud mental y emocional. 

El concepto de "la pausa sin culpa" es central en la conversación. Se refiere a la capacidad de detenerse y permitirse momentos de inactividad sin la carga emocional del remordimiento. En un mundo saturado de estímulos digitales, este tiempo de desconexión se vuelve esencial. 

Sin embargo, el exceso de dopamina que se genera al buscar constantemente nuevas experiencias o gratificaciones rápidas ha hecho que el cerebro se resista a estos momentos de quietud. Cuando nos sentimos aburridos, tendemos a buscar distracciones inmediatas en nuestras pantallas, evitando así el enfrentamiento con nuestros propios pensamientos y emociones.

Estás descansando mal

Rojas argumenta que el aburrimiento, lejos de ser negativo, es una oportunidad para la contemplación y la reflexión. Al permitirnos momentos de aburrimiento, abrimos la puerta a la creatividad y a la introspección. "Contemplar es mirar algo con ojos nuevos", dice, enfatizando la importancia de la curiosidad y la asombro que, a menudo, se pierden en la adultez. Esta contemplación no solo es enriquecedora, sino que también nos ayuda a establecer prioridades y a entender mejor nuestras metas.

El fenómeno del multitasking, que a menudo se percibe como una habilidad deseable, en realidad disminuye nuestra eficiencia y contribuye a un agotamiento mental. Rojas señala que el cerebro no está diseñado para alternar constantemente entre tareas; en cambio, necesita tiempo para enfocar su atención de manera efectiva. Cuando logramos desconectar, aunque sea brevemente, podemos recargar nuestras "baterías mentales", lo que nos permite volver a nuestras actividades con mayor claridad y enfoque. 

Un aspecto crucial de esta discusión es cómo la cultura actual, especialmente entre los más jóvenes, ha modificado nuestra relación con el tiempo libre. Las distracciones digitales, desde las redes sociales hasta las aplicaciones de mensajería, han creado un ambiente en el que es difícil simplemente "estar".  

Rojas destaca que, al no ser capaces de aburrirnos, estamos perdiendo la habilidad de relajarnos y disfrutar del silencio mental. Este déficit puede tener repercusiones graves en nuestro bienestar general, ya que la mente y el cuerpo necesitan tiempo de inactividad para funcionar correctamente.

"La pila se agota"

La solución, según Rojas, radica en practicar la pausa sin culpa. Esto implica permitirnos momentos de inactividad, ya sea mirando por la ventana en el autobús o simplemente sentados en un parque, sin la necesidad de estar constantemente ocupados. Estos momentos de desconexión no solo nos ayudan a reducir el estrés, sino que también fomentan la creatividad y el pensamiento crítico, esenciales para resolver problemas y enfrentar desafíos.

En resumen, pone de manifiesto la necesidad de revalorar nuestra relación con el tiempo y la productividad. En un mundo que nos empuja a ser siempre productivos, aprender a disfrutar de la pausa sin culpa es un paso fundamental para recuperar el equilibrio y el bienestar emocional. Al final del día, permitirnos simplemente ser, sin presiones ni expectativas, es lo que realmente nos permitirá reconectar con nosotros mismos y, en última instancia, con los demás.