Cómo cuidarse a partir de los 40'
Cómo cuidarse a partir de los 40'
En primer lugar, exponemos una relación de detalles y actitudes que procuran el amor a los demás empezando por los miembros de la familia. A continuación, presentamos unas medidas que se basan en la moderación de ciertas actividades, el esfuerzo en otras y el descanso. Uno de los pilares de una vida lograda es mantener un nivel aceptable de voluntad. Finalmente, hay otras medidas específicas para situaciones que suponen un obstáculo para la vida en familia y las relaciones sociales. Hay que abordar estas medidas a un ritmo asequible.
Para amar con detalles, hacer la vida agradable con los demás:
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En general con la familia
Llegar a casa con tiempo para interesarse y ayudar a quien lo necesite.
Intentar desayunar, comer y cenar en casa siempre que se pueda.
Poner la mesa para las comidas y adelantarse para cocinar.
Escoger la comida menos apetecible para dejar a los demás la parte mejor.
Ser moderado para que haya comida suficiente para todos.
Comer sin prisa, esperando y sirviendo a los demás.
Recoger la mesa después de las comidas.
Adelantarse para poner el lavavajillas y lavar lo pertinente.
Ir a tirar la basura.
Tomar la iniciativa para barrer y pasar la fregona.
Realizar arreglos y gestionar, sin retrasarlas, las tareas de mantenimiento o reparación.
Seleccionar los planes de descanso y ocio en función de las preferencias de los demás.
Ofrecerse para acompañarlos al médico, aunque conlleve pedir un permiso en el trabajo.
Ir a verles cuando están en el hospital.
Buscar y memorizar información o noticias positivas para contar en casa.
Evitar cortar las conversaciones que otros han iniciado.
Prestar atención auricular y visual hacia los que padecen sordera y, también, por parte de los que padecen sordera para facilitar la comunicación.
Ser ordenados con las cosas personales en la propia habitación, en las zonas comunes de la casa y en el puesto de trabajo.
Ir bien vestido y aseado. Adaptándonos a los gustos de los que viven contigo.
Levantarse el primero para preparar el desayuno.
Ejercitar la paciencia escuchando a los demás, sin hacer otra cosa al mismo tiempo, para demostrar que nos interesa su conversación.
No coger el móvil cuando estamos en casa o hablamos con alguien.
Ser puntuales habitualmente y sobre todo con los seres queridos.
Corregir a los demás a solas.
Examinarse cada día de todas las cosas positivas que han ocurrido en las últimas 24 horas, dar gracias a Dios por ellas, y contar alguna de ellas en la sobremesa o tertulia de tu casa.
Sorprender a los tuyos, una vez por semana, con algún detalle como dulces, o algo decorativo.
Tener una agenda eficaz para felicitar los santos, y todo tipo de aniversarios de los tuyos.
Perdonar siempre y no guardar rencor a nadie. Pasar página por los detalles molestos o sin importancia de los demás.
No pontificar. Manifestar que no podemos estar seguros al cien por cien de casi nada. No discutir.
No hablar mal de nadie. No juzgar. Salvar la intención de cualquier persona, incluidos los políticos.
No quejarnos por nada.
Detectar y alejar los temores que dirigen las decisiones propias y de los demás. Poner racionalidad, calma y paz cuando hace falta.
Desechar los pensamientos negativos. En general, el 90% de las previsiones negativas que pensamos no se hacen realidad.
Aceptar a las personas como son, con sus defectos, virtudes y manías, mientras no afecten demasiado a los demás.
Ser agradecidos con todo lo que hacen los demás.
Aceptar con buena cara los cambios de planes.
Dar ejemplo al rezar con piedad.
Con los mayores o enfermos
Saludarles al salir y entrar en casa.
Preguntarles diariamente por cómo se encuentran de salud y achaques.
Preguntarles por cómo han pasado el día o por historias o datos del pasado.
Si leen, interesarse por lo que han leído.
Contarles anécdotas o detalles de nuestra actividad profesional o social que puedan ser de su interés.
Facilitarles en papel y con letra grande, noticias o artículos que puedan interesarles.
Buscar y ponerles películas o documentales que les gusten, con subtítulos si tienen dificultades auditivas.
Entregarles libros o revistas que traten temas que hayan sido de su interés. También pueden ser útiles los sudokus y sopa de letras.
Facilitar que puedan escuchar música o la radio.
Darles encargos asequibles para que puedan sentirse útiles: comprar periódicos, medicinas, libros, material de oficina, etc.
Salir con ellos a pasear el sábado o domingo por la mañana. Y, de vez en cuando, invitarles a merendar fuera de casa.
Acompañarles a hacer compras o gestiones: farmacia, ropa, banco, etc.
Ocuparse de que no pasen frío.
Servirles la comida en primer lugar para que no sean los últimos en terminar.
Solucionarles los problemas que tengan en el uso del móvil o del ordenador, si es el caso.
Pasar por su habitación a menudo, arreglar cualquier desperfecto y comprarles aquello que necesiten o les facilite la vida.
Recordarles los aniversarios de fallecimiento de sus padres, hermanos, etc.
2. Para adquirir un nivel aceptable de voluntad y encontrar un equilibrio sano en la distribución del tiempo:
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Para adquirir un nivel aceptable de voluntad es muy sano y eficaz tener un horario que se respete o se cumpla con flexibilidad de modo ordinario. Este horario conviene que incluya:
a) Una hora para levantarse y otra para acostarse.
b) Limitar, en la medida de lo posible, la hora de dejar el trabajo para poder llegar pronto a casa.
c) Un tiempo diario de lectura, al menos de 25 minutos.
d) Limitar a uno o dos espacios de tiempo para contestar mails, wasaps y hacer llamadas por teléfono, que no sean urgentes.
e) Dedicar un tiempo diario al ejercicio físico. Pueden ser unos ejercicios de gimnasia etc., o bien aprovechar para ir andando cuando hacemos gestiones relacionadas con el trabajo.
f) Un tiempo diario para la reflexión, por ejemplo, sobre el sentido y los beneficios de todo lo que hacemos. Bastarían 15'.
g) Un tiempo diario de descanso. Por ejemplo, de 20 minutos. Puede servir escuchar música o tocar un instrumento musical, si nos vemos capaces.
h) Un tiempo semanal muy limitado para ver series. Por ejemplo 45 minutos el sábado y 45 minutos el domingo.
i) Un tiempo semanal de al menos 2 horas para acompañar a personas vulnerables o que se sienten solas.
j) Un tiempo semanal para quedar con amigos. Puede ser una comida entre semana, una actividad cultural, un paseo o deporte el sábado por la tarde, acompañados de la familia si es conveniente.
3. Para personas con estrés o ansiedad ver aquí.
4. Para personas con pensamientos negativos ver aquí.
5. Para mejorar el carácter ver aquí.
6. Para mantener una buena salud física ver aquí.
7. Para salir de una adicción ver aquí.